Verdades concentradas en un número

El 13 (y último, ya que el 14 no pudo salir porque las tropas franquistas entraron en Barcelona. Y ya se sabe...) de Mujeres libres (otoño de 1938):

 

 

No es mejor madre la que más aprieta el hijo contra su corazón, sino la que ayuda a labrar para él un mundo nuevo.

 

 

 

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Si eres una obrera parada, no seas una compañera ociosa. Aprovecha el tiempo capacitándote en las clases gratuitas del "Casal de la Dona Treballadora", Pi y Margall, 96.

 

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Compañera refugiada:

 

Ya que has perdido, transitoriamente, tu tierra y tu hogar, no pierdas el tiempo. Prepárate para la lucha y para la reconstrucción de la vida capacitándote en las clases gratuitas del Casal de la Dona Treballadora, Pi Margall, 96, Barcelona.

 

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NUESTRO DURRUTI

 

¿Escribir algo de Durruti? ¿Decir algo nuevo sobre Durruti? No se ha podido decir ni más ni menos de él. Se han escrito millares de hojas, decenas de folletos. En todas partes es el héroe que dio la vida por la "victoria" del antifascismo. En todas, el héroe que cayó con el corazón atravesado. Durruti elevado a símbolo corre el peligro de convertirse en tópico.

 

Nosotras queremos por un momento dejar al Durruti que descansa sobre los laureles y evocar al otro Durruti; no al glorificado, sino al repudiado, al perseguido, al que conoció las cárceles y las deportaciones, al hombre errante que corrió el mundo con una estrella de luz en la frente. Al del eterno índice acusador. Al que luchó oscuramente contra el "fascismo" antes que el fascismo naciera. Al militante obrero que pisó siempre por caminos de fuego. A quien todos quitaron la razón y a quien finalmente se la ha dado todo un pueblo y se la dará todo un mundo.

 

Este es el Durruti que nosotras evocamos para ejemplo de todos.