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lunes, 22 de junio de 2009

Tachia Quintanar
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Esta entrada va de enlace en enlace (es mucho más bonita la palabra enlace que link, ¿no?)... Pero (o porque) creo que merece la pena (lo de los enlaces, digo...)
Ayer, en el concierto de PacoIbáñez en Alcalá de Henares, Tachia recitó un poema de Blas de Otero (No lo he encontrado todavía, pero sí un blog interesante sobre él: Dónde está Blas) y este «Dulce milagro», de Juana de Ibarbourou, que terminó de noquearme (¡cuánto te hubiera gustado, Selena!...)
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¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas.
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Y voy por la senda voceando el encanto
y de dicha alterno sonrisa con llanto
y bajo el milagro de mi encantamiento
se aroman de rosas las alas del viento.
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Y murmura al verme la gente que pasa:
«¿No veis que está loca? Tornadla a su casa.
¡Dice que en las manos le han nacido rosas
y las va agitando como mariposas!».
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¡Ah, pobre la gente que nunca comprende
un milagro de éstos y que sólo entiende,
que no nacen rosas más que en los rosales
y que no hay más trigo que el de los trigales!
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que requiere líneas y color y forma,
y que sólo admite realidad por norma.
Que cuando uno dice: «Voy con la dulzura»,
de inmediato buscan a la criatura.

Que me digan loca, que en celda me encierren,
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo, carcelero fiel.
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Cantaré lo mismo: «Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen».
¡Y toda mi celda tendrá la fragancia
de un inmenso ramo de rosas de Francia!
Al conjuro de su voz, las rosas tomaban forma y olor en sus manos. En cada sílaba, mostraba la ingenuidad y la alegría de alguien enamorado... Paco la escuchaba desde un lateral, abrazado a su guitarra, y en su respeto y en su amor nos mostraba cómo deben ser las cosas... La grandeza de la humildad y el respeto por el trabajo bien hecho
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El resto de la crónica, en breve (¡vaya, hoy va de aliteraciones la cosa!): en cuanto pueda ponerle alguna palabra...)
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Cobijos: Mis alumn@s han aprobado lengua en selectividad... Tod@s (excepto una) son aptos (¡qué fea palabra!, ¿verdad?). Esta mañana me han dicho: «Pleno, profe». Estoy contenta, muy muy... Les doy las gracias a mis dioses particulares (no todos ellos ultraterrenales, por cierto). Y me alegro tanto...

martes, 26 de mayo de 2009

Un lugar en donde puedo pedir un vino y un abrazo... ¡Kasa!...

domingo, 3 de mayo de 2009

«Las personas, cuando se vuelven pueblo, causan impresión»

«Cuando aparecen seis personas, todas a la vez, entonces se gana. —¿Y dónde está ese pueblo ahora, don Gaetano? —En su sitio, no se ha desplazado ni se ha olvidado. El pueblo hace lo que debe hacer, después se disuelve de inmediato, vuelve a ser multitud de personas»

«No quiero volver a caminar de puntillas»
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«Entre nosotros se olvida el mal en cuanto llega un poco de bien»
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«Te cuento estas cosas para que un día, si llegas a ser presidente, y quieren hacerte firmar una guerra, cuando hayas desenroscado el capuchón de la pluma y estés a punto de estampar tu nombre en el papel, te acuerdes de todas estas cosas a la vez y puede ser, quién sabe, que digas: yo no firmo. —¿Presidente, yo? Si no sé decir dos palabras seguidas. —Sí, tú, ¿por qué no? Tú sabes escuchar. Ésa es la primera virtud de quien debe hablar»
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domingo, 19 de abril de 2009

Cobijos

lunes, 23 de febrero de 2009

Cobijos 4
En mi barrio hay varios video-clubs. Como les pasa a muchas personas (esto que escribo me recuerda el comienzo de una novela de Galdós, Misericordia: «Dos caras, como algunas personas, tiene la parroquia de San Sebastián...». Pero esto sería, tal vez, otra historia...), alguno de ellos vive de ser bonito y aparentar (no digo que sea malo. Es bueno, tiene muchas películas de importación, por ejemplo. Pero aparenta ser mejor) y otros malviven conservando su «fondo». El rastrillo está en la calle Mira el sol, 17 (¿qué sería del barrio sin estos nombres?) y yo lo conocí una de esas veces en que me sentí terriblemente sola... Desde entonces (hace cuatro años), siempre ha sido cobijo y no quiero contar la de veces que he entrado llorando (es una lástima, pero es cierto, que sólo los sitios donde uno puede entrar llorando sin morir de vergüenza se convierten en cobijos). Su apariencia no es muy bonita (aunque a mí me gusta: es de barrio) pero, sin embargo, su fondo alberga (y este verbo está utilizado con intención) más de 8000 títulos, que se dice pronto...
Además, es un video-club donde se puede hablar de cine. Ya es mucho que se pueda hablar, pero que encima uno pueda consultar y comentar dudas...
Pides sugerencias y, en un pispás, han dado con tu gusto y/o necesidad. Y además tienen abonos, que sale más barato... No olvidéis, en tiempo de crisis, lo que decía el maestro Hitchcock: «El cine es como una vida real a la que se le han quitado los momentos aburridos»...

miércoles, 11 de febrero de 2009

cobijos 3

jueves, 5 de febrero de 2009

Cobijo 2 (en rosa. Mira tú, como la gran Edith Piaf)

sábado, 24 de enero de 2009

Cobijo 2

sábado, 17 de enero de 2009

Cobijo 1