Estoy haciendo un curso titulado La esencia de la literatura rusa y, aunque estamos con Pushkin (al que no había leído y cuyo Eugene Oneguin me ha encantado), yo aprovecho las vacaciones para leer a uno de los mitos de mi adolescencia: Tolstói... Y no puedo dejar de pensar, leyéndolo, que esta literatura no es mejor ni peor que la del siglo XX o el presente, no es cuestión de grados, es que es otra especie. Pertenece a otra rama del pensamiento, del sentimiento y del bien hacer...
Les aterraba que de pronto se esfumase la mentira convencional y quedase claro lo que ocurría de verdad.
Lev Tolstói, La muerte de Ivan Ilich, traducción de Juan López Morillas, Madrid, Alianza Editorial, 2012 (2ª reimpresión)