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lunes, 5 de marzo de 2012

Estaba consultando la moleskine que utilizaba cuando lo de las oposiciones (antes y después de) buscando un poema de Lope de Vega que sabía que había copiado en uno de los tarambaneos a los que entonces me daba, cuando me he encontrado esta cita:

«La parte buena de llegar a la vejez es que uno valora la fragilidad de todo.
     Por eso creo que en algún momento aquilaté la auténtica debilidad de mi miedo y le dije: anda, ya está bien, no insistas, no te quiero conmigo. No me des más la lata, estás impidiéndome respirar a mis anchas, sal de aquí, déjame disfrutar. Así es como nos deshacemos de aquello que creíamos permanente —incluso indispensable, aunque no es este el caso; el miedo siempre es un estorbo—. Con una sacudida del cerebro. Y la corona de cuervos se va. No queda ni rastro.»
Maruja Torres, «Así en el cielo», publicado en El País del 31 de octubre de 2010


LaMoni llama a Maruja Torres la maestra (porque lo es suya en varios sentidos. Todavía me acuerdo de cuando le concedió una entrevista siendo ella estudiante. Y de lo generosa que fue). Son muchas las ocasiones en las que yo aprendo cosas fundamentales para la vida de los artículos de esta mujer, que es lo que tiene el magister...

El poema de Lope que buscaba es éste que habla de la ausencia enlazando oxímoron... A mí Lope de Vega de Vega me caía mal hasta que escuché este poema musicado por Imanol y el poema de José Hierro que ya he mencionado otras veces: «Lope. La noche. Marta».


Bueno, y ahora sí, el poema de Lope:

Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;

hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;

creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.

No me digan que no es buenísimo el verso pedir prestada sobre fe paciencia. ¡Ni que Lope hubiera previsto este estado de cosas!: fe en ellos -que ya es- y paciencia (siempre la paciencia para nosotros, claro). Pero no, Lope hablaba de algo mucho más interesante. No lo ensuciemos, pues.

Y ya sé que lo puse, pero lo vuelvo a poner, que me gusta (creo que ha quedado claro, ¿no?)

jueves, 15 de diciembre de 2011

Esta entrada tiene dedicatoria: a mis rayuelinos

Doña María Moliner dixit:

Nostalgia: (Palabra de creación moderna, comp. con las raíces del griego «nostos», regreso,  y «algos», dolor). «Añoranza». Tristeza por estar ausente de la patria o del hogar, o lejos de los seres queridos. Pena por el recuerdo de algún bien perdido.

Aquí, el soneto del gran Lope de Vega (¡con lo mal que me caía a mí antes este señor!):

Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse

hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;

creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.

Y aquí, la gran versión (no se me ocurre otra melodía para estar palabras...) del gran Imanol: