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sábado, 6 de julio de 2013

Evohé


«Enamorado de las virtudes del exceso, cultivo, entre fortunas y adversidades, el desequilibrio, sabiendo muy bien que el justo término medio no se encuentra en el centro, sino al lado, al margen, en el lugar en que, como no hay nada escrito, cada cual, si lo desea y si puede, puede inscribir en la lengua de su deseo lo que le gusta de su historia.
     Toda estrategia inmoviliza, nada de lo que está previsto encanta, y si ha habido una tregua, tan pronto como estaba en órbita, ha sido con objeto de evadirme y romper con mis certidumbres»
              
Pierre Rey, Una temporada con Lacan (traducción de Carlos Pujol), Barcelona, Seix Barral, 1990

 
La procesión triunfal de Baco. Maerten Van Heemskerck
(imagen mangada de aquí, muy interesante página de arte...)


viernes, 5 de julio de 2013

El azar no existe

El azar no existe es una frase que se repite a lo largo del libro. Yo ya sé que el azar no existe. Lo sé desde Cortázar...

El libro que leo es de segunda mano y está profusamente subrayado y anotado por personas diferentes: con boli, con lápiz, con marcador fluorescente. Yo subrayo y anoto en verde...

Perteneció a una psicoanalista que se llamaba o llama Alicia (no digo el apellido por aquello del respeto y el anonimato...)

En la página 113 me encuentro este subrayado:

Andaba por la calle sintiendo en la cabeza el martilleo de una idea abrumadora: aque libro iba a tener que escribirlo de veras.
     ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Durante cuánto tiempo?
     ¿Y era capaz de escribirlo?


Al margen, una palabra: ALICIA

Y a ver ahora qué hago yo con esto...

Relaciones que aparecen...

Para señormolina, con afecto (y para mis alumnos aunque ellos nunca lo sepan...)

«En el curso de sus existencia el ser humano no posee más que una certidumbre, la de su muerte.
     Por silogismo es fácil deducir de ello el deseo de muerte inconsciente metafóricamente contenido en toda búsqueda   de certezas. Cuando un joven de veinte años acepta llenar la incógnita de su deseo por medio de un plan de carrera profesional… cuando se acerque a los sesenta años terminará como presidente de la empresa que le contrata… eliminando, sin darse cuenta, todo accidente que pudiera sufrir durante este recorrido, podemos estar seguros, porque elige rechazar de su vida todo lo que lo imprevisto podría abrir en ella en el campo del goce, que aspira a morir por miedo de vivir.
     Un milagro paradójico puede salvarle de cuarenta años que no sirven para nada: el fracaso.
     Pues aquello en lo que fracasamos es nuestro mayor triunfo»

Pierre rey, Una temporada con Lacan (traducción de Carlos Pujol), Barcelona, Seix Barral, 1990
                      
Y, claro, esta reflexión me ha llevado al poema de García Calvo que ya otras veces ha aparecido en este cuadernín:

I
              
Enorgullécete de tu fracaso,
que sugiere lo limpio de la empresa:
luz que medra en la noche, más espesa
hace la sombra y más durable acaso.
                        
No quiso Dios que dieras ese paso,
y ya del solo intento bien le pesa;
que tropezaras y cayeras, ésa
es justicia de Dios: no le hagas caso.
                    
¿Por lo que triunfo y lo que logro, ciego,
me nombras y me amas?: yo me niego,
y en ese espejo no me reconozco.
                
Yo soy el acto de quebrar la esencia:
yo soy el que no soy. Yo no conozco
más modo de virtud que la impotencia.
       


y II
                        
Pero no cejes; porque no se sabe
cuándo pierde el amor, dónde la tierra
volteando camina, ni qué encierra
mensaje del que nadie tiene clave.
            
Pues el Libro Mayor (y eso es lo grave)
del Debe y el Haber nunca se cierra,
y acaso acierte el que con tino yerra;
ni es nada el mundo hasta que el mundo acabe.
           
Si te dicen que Dios es infinito,
di que entonces no es; y si finito,
que lo demuestre pués y que concluya.
           
Pero no hay Dios ni hay Ley que a contradanza
no se pueda bailar. Tu muerte es tuya.
Tu no saber es toda tu esperanza.
             
Agustín García Calvo, introducción a Sermón de ser y no ser, Zamora, Lucina, 1995 (7ª edición)

jueves, 4 de julio de 2013

El despertar es una ruptura de discurso.

Pierre rey, Una temporada con Lacan (traducción de Carlos Pujol), Barcelona, Seix Barral, 1990

Creación versus cultura


[..] la cultura es continuidad.

La creación, su contrario, es ruptura.

Pierre rey, Una temporada con Lacan (traducción de Carlos Pujol), Barcelona, Seix Barral, 1990

Casualidades cortazarianas...

Ayer tuve necesidad de leer a Lacan... (así de pedante me pongo en vacaciones)

Y hubo, sí, un guardián del tesoro.
 
«Cierta noche, durante una cena, empezamos a hablar de la negación en Shakespeare para terminar en el callejón sin salida de una coma que nos mantuvo despiertos toda la noche. Pero una coma que, según el lugar que ocupase, iluminaba de una forma nueva el enigma del destino humano, transformando la frase en interrogación o en afirmación: “To be or not, to be, that is the question”.
La puntuación clásica (“To be or not to be”, etc.) consistía en un paso de baile entre la vida y la muerte (“ser o no ser”), que constituía la pregunta de Hamlet. La del Gordo (“To be or not, to be”, etc.) se descifraba como una respuesta: a pesar de la “dificultad de ser”, hay que elegir la vida
 
Pierre rey, Una temporada con Lacan (traducción de Carlos Pujol), Barcelona, Seix Barral, 1990