martes, 12 de noviembre de 2013

Tarambaneo de madrugada...

Amanecí pensando (¿qué sueño se ha escapado?...) en lo guapa que estaría (yo) callada (pero no es verdad...) Esta manía de siempre intervenir (cuando no se te pide la intervención), de no poder observar y ya. La necesidad de dar tu opinión, de proponer o preguntar... De decir, de puntualizar, de analizar. ¿Con qué mecanismo me muevo? Tal vez me pusieron más de una tarjeta de sonido...
 
Observas, piensas, analizas, te callas y sonríes.
 
O, como diría mi padre: siéntate como una señorita y no como las gallinas... (pero tampoco sé si esto es verdad o me lo he inventado para decirlo y oponerme...)
 
Y así están las cosas.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario