lunes, 11 de noviembre de 2013

Tal vez fuera bueno un mundo diario. Un mundo efímero, que no perdurará más allá de un día. Un mundo recompuesto como un puzzle cada noche. Mientras no sea así, tenemos que hacer frente al dolor diario, a la tragedia diaria, a la mierda diaria, a la injusticia diaria. Como mi madre no lee este blog, podría decirlo. Pero no lo escribiré. Por si necesitan alguna pista, tiene que ver con un dios existente sólo en ciertas buenas conciencias que lo inventan sin saberlo para no sentirse tan solas como están, como estamos...
                                  


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