miércoles, 18 de septiembre de 2013

Sit tibi terra levis, magister

No hay que buscarle los tres pies al gato. Basta con ir leyéndolo tal como aparece escrito, sin pensar en otras cosas, en símbolos... Sobre él puede decirse todo lo que se quiera. Pero lo que yo procuro en mi libro es no llegar a ninguna explicación de ese tipo. No soy partidario de decir que Don Quijote simboliza una cosa y Sancho la otra. Por ejemplo, el pasaje en que Don Quijote libera a los forzados no es, en la intención de Cervantes, un símbolo de la libertad, sino un enorme disparate de Don Quijote, que acaba con una soberana paliza. La quijotada, en este caso, sería creer que eso es dar libertad. Hay que plantearle al lector que en la lectura del Quijote no hay más cera que la que arde.
 

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