miércoles, 22 de agosto de 2012

Cuando conocí a R, yo tenía diecinueve años y él casi cuarenta. Aunque nunca fue nuestro caso, porque él nunca me quiso, me contó esta historia. Y yo lo recuerdo cuando escucho esta canción (y tantas otras veces...) Todo loco (ruina),  irreal, absurdo, hortera, ridículo, como verán y, sin embargo, amor constante más allá de la muerte...
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario