miércoles, 29 de junio de 2011

         sé de peña

         que se aplica

         a ultranza

         a tirar piedras

         sobre mi tejado


         pero más adelante

         cuando el tiempo cambia

         porque el tiempo siempre cambia

         entonces

         encima

         —debajo más bien—

         todavía tienen el puto morro

         de venir a quejarse

y       a protestar

         porque en sus propias casas

         tienen

         goteras

David González, Loser, Bartleby Editores, Madrid, 2009
«La absurda coherencia es el duende travieso de los espíritus menores; los estadistas, filósofos y teólogos la adoran. A un alma grande la coherencia le trae simplemente sin cuidado. Mejor haría en preocuparse de su propia sobra en la pared. Di ahora sin tapujos lo que piensas, y mañana no vaciles en volver a decirlo, aunque contradiga cada una de las palabras que dijiste hoy: “Ay, pero no tengas dudas de que no te comprenderán” ¿Es acaso tan terrible no ser comprendido? Pitágoras no fue entendido, ni Sócrates ni Jesús ni Lutero; y tampoco lo fueron Copérnico, Galileo o Newton, ni ninguno de los espíritus puros y sabios que han pisado la tierra. Ser grande es ser mal comprendido»
Ralph Waldo Emerson, Confianza en uno mismo, Madrid, Gadir, 2009
... y ¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!:

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