martes, 28 de septiembre de 2010

"[...] don Benito [Pérez Galdós] cree que su patria es un país de orates. [...] lo que verá con angustia creciente es que el español -¡cuántas veces el más noble y egregio!- está aquejado de una especie de paranoia que le impide ver la realidad como es, insatisfecho siempre de la estrechez en que lo comprime, ansioso de escapar a un mundo mejor del que siempre vuelve vencido y molido a palos -no sin moler antes a los demás, en ocasiones, infernándoles la vida, produciendo en ellos, por esa especie de contagio mental y moral que producen ciertas paranoias, otra de sentido contrario que podríamos llamar la locura de Sansón Carrasco"
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José F. Montesinos, "Introducción" a Lo prohibido (Benito Pérez Galdós)
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Y uno de los personajes de Lo prohibido, Don Rafael Bueno de Guzmán dice: "Es el mal madrileño: esta indolencia, esta enervación que nos lleva a ser tolerantes con las infracciones de toda ley, así moral como económica, y a no ocuparnos de nada grave con tal que [sic] no nos falte el teatrito o la tertulia para pasar el rato de noche, el carruajito para zarandearnos, la buena ropa para pintarla por ahí, los trapitos de novedad para que a nuestras mujeres y a nuestras hijas las llamen elegantes y distinguidas, y aquí paro de contar porque no acabaría"

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