lunes, 30 de agosto de 2010

Lo bueno que ha tenido la retención de Tuga ha sido que nos hemos enterado (bueno, al menos yo me he enterado...) de quién es y de que tiene un blog.
.....He leído algunos comentarios que me sorprenden sobre su retención por la policía. Dicen que el espectáculo que presenta Tuga debe realizarse en un lugar apropiado (teatro, centro cultural...) sin darse cuenta (o dándose cuenta) de que, precisamente, lo más importante de la actuación de este mimo-clown es que su espectáculo es de la calle, en la calle, en la puta calle... Cuando lo vi en mayo, lo que más me impresionó fue precisamente eso: cómo era capaz de ver al otro, de confiar en el otro.  Ahora, que nos hemos acostumbrado a vernos, en general, como enemigos y potenciales agresores (tanta cámara, tantos programas tipo "Caso"...) y este tipo va y se sube con un desconocido en una moto, o se lanza a sus brazos... Que, si bien se piensa, y por mucho que ya estemos todos imbuidos por el sentimiento de inseguridad y desconfianza, es la manera más natural de relación. No hay más que ver a los niños... ¿Cuántos muestran desconfianza hasta que alguien no les indica que no deben aceptar caramelos de desconocidos?...
.....Hace poco, y por la "polémica" que hubo respecto al hiyab de una alumna en Pozuelo, una amiga nos preguntó cómo se tomaban los alumnos que una compañera fuera con el pañuelo a clase. La respueta de A. y mía fue la misma y al unísono: "pasan". Hasta que alguien no se lo señala como diferente, es más, como enemigo, los chicos no son tan "crueles" como a veces nos gusta pintarlos. Evidentemente, algunos son malos, claro. Normal, de todo tiene que haber en la viña del señor...
.....Creo que me estoy yendo por las ramas o que estoy extendiendo la tinta de calamar que me decía siempre D.... Lo que quiero decir es que el espectáculo que Tuga pueda presentar en un recinto cerrado, con personas que han pagado una entrada (o no: el simple hecho de estar en un lugar cerrado nos cambia el ánimo) ya es "otra cosa". Interesante, no desdeñable, pero otra.
.....Todo esto me ha llevado a recordar un texto para mí imprescindible (de hecho, creo que es el texto que más he regalado, por la necesidad de compartirlo...): La voz común (Una poética para recuperar la vida), de Antonio Orihuela , publicado por Tierra de nadie. Dice Orihuela:
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Los espacios de socialización desaparecen en medio de la desolación del urbanismo moderno, sustituidos por el espectáculo de los centros comerciales y recreativos. Estos concentran bienes y servicios a la vez que ubican a los individuos en un espacio clausurado en el que se les controla y estimula al consumo pasivo de tiempo libre y mercancía superfluas que saldan una relación de insatisfacción en el sujeto.
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.....Lo peor es que nos dejemos, que no seamos conscientes de que eso está siendo así, que cada día nos confinan más en reductos individualizados, que las cámaras toman calles y portales, que no es lógico vivir con tanto miedo, que a lo mejor es bueno lanzarse en brazos de un tipo de dos metros sabiendo que no nos va a dejar caer...

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