" Es evidente que del silencio no puede surgir nada, no surge el genio.
En esta vida toda manifestación, creativa o no, es prácticamente un acto de exhibición, escenificación o impostación.
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¡Qué hubiéramos aprendido los unos de los otros, experimentado, visto, oído, sentido, si no hubiéramos tenido ese instinto o gesto de exhibirnos, mostrar y contrastar nuestras ideas e inquietudes!
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No existe la genialidad innata si no viene acompañada de un aprendizaje, una vivencia, una transmisión...
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En esta vida toda manifestación, creativa o no, es prácticamente un acto de exhibición, escenificación o impostación.
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¡Qué hubiéramos aprendido los unos de los otros, experimentado, visto, oído, sentido, si no hubiéramos tenido ese instinto o gesto de exhibirnos, mostrar y contrastar nuestras ideas e inquietudes!
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No existe la genialidad innata si no viene acompañada de un aprendizaje, una vivencia, una transmisión...
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Quizá tenga razón, no seré yo el que la contradiga. Pero un poeta magnífico por exquisito llegó a decir en una ocasión que "un verdadero artista se hace príncipe del silencio". O algo así. Me refiero a Pe Cas Cor.
ResponderEliminarBienvenido y gracias, Íñigo...
ResponderEliminarCreo que Xabier abre con su reflexión un tema interesantísmo que a todos a los que nos apasiona la literatura nos preocupa o ocupa por lo que tiene de contradictorio y ambiguo (que es de donde puede surgir algo, lo que sea...)
O sea, que el tema del silencio es uno de los temas que a mí me apasiona.
Creo que el silencio es necesario (cada día más, por cierto), temido y amado (por momentos y, a ocasiones, a la vez). Sin el silencio no existiría, por ejemplo y sin ir más lejos, la música (¡qué desastre! ¿no?)... Pero si todo se queda en el silencio no existiría nada... Porque una de las características de la vida es la comunicación y el silencio comunica cuando rompe el sonido... Si no, no hay manera. La música sólo se da si existe el silencio (no sabes la lucha que tengo con mis alumnos sobre este tema, lo que les cuesta pensarlo...). Pero también a la inversa... Un sonido continuo, un silencio continuo no son nada. De hecho, en el ejemplo que pones de Pedro, yo lo conocí a través de un disco de Bunbury donde cita unos versos suyos ("soy el hombre delgado que no flaqueará jamás...") Es decir, lo conocí: 1) porque él, en algún momento dejó de ser el príncipe del silencio para publicar y 2) porque otro tomó sus palabras para extenderlas, lo cual confirmaría la idea de Xabier Lete ("una transmisión"...) o, en un plano más "místico", la obra de San Juan. Es evidente que la experiencia de unión con Dios es suya, personal e intransferible, no dada al común de los mortales ni siquiera a una minoría, pero si San Juan no hubiera escrito "Cántico" 0 "Llama de amor viva", algunos seríamos más pobres y nos sentiríamos más solos (sí, todavía más)... La creación tal vez deba surgir del silencio, pero si no se comunica... ????? La Celestina lo dice: "los bienes, si no son comunicados, no son bienes"; "que de ninguna cosa es alegre possessión sin compañía"...
En realidad, me gustaría que el debate siguiera.
Saludos,