domingo, 11 de julio de 2010

Allá por el siglo XIV...

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"El movimiento herético proporcionó también una estructura comunitaria alternativa de dimensión internacional, permitiendo a los miembros de las sectas vivir sus vidas con mayor autonomía, al tiempo que se beneficiaban de la red de apoyo constituida por contactos, escuelas y refugios con los que podían contar como ayuda e inspiración en momentos de necesidad. Efectivamente, no es una exageración decir que el movimiento herético fue la primera 'internacional proletaria' -ése era el alcance de las sectas (particularmente de los cátaros y los valdenses) y de las conexiones que establecieron entre sí a través de las ferias comerciales, los peregrinajes y los permanentes cruces de fronteras de los refugiados generados por la persecución.
      En la raíz de la herejía popular estaba la creencia de que Dios  ya no hablaba a través del clero debido a su codicia, su corrupción y su escandaloso comportamiento [...]"
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Silvia Federici, Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, Madrid, Traficantes de sueños, 2010.
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2 comentarios:

  1. Tendré que leer el libro porque no veo ninguna asociación entre los cátaros y una "internacional proletaria". Creo recordar que los cátaros tenían el beneplácito del poder. No el de la Iglesia, pero sí, en un principio, del rey de Francia y el de Navarra. En el Langedoc llegaron a tener mucho poder, político y económico. Luego, al rey de Francia le interesó anexionarse el Langedoc y pasaron a ser perseguidos... De todas formas voy a repasar un poquillo el tema...
    De todas formas, ya sabes que me irrita la comparación entre secta religiosa e internacional proletaria (aunque esta esté entrecomillada en el texto).

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  2. "Beneplácito de poder" puede considerarse, dado el tiempo del que estamos hablando, como apoyos interesados en contra de la nobleza, supongo. Que bien pudiera ser que se dieran, claro.

    Ya dije en otra entrada que la selección de un texto, sobre todo de un ensayo, va en contra de su propia esencia, pero mira, así se incentiva la lectura...

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