sábado, 12 de junio de 2010

Compañeros del alma, compañeros...


Hablando del teatro de Rodríguez Méndez (al que yo no conocía hasta el día de hoy, pero que parece bien interesante), dice Ruiz Ramón en Historia del teatro español. Siglo XX (Madrid, Cátedra, 1980):

"En Los inocentes de la Moncloa volvemos a encontrarnos de nuevo con otras víctimas, en realidad las mismas:  no son soldados que van al frente sino estudiantes que opositan. Su 'oposición' es su guerra, tan sin sentido la oposición y su término -el puesto ganado- como el viaje y su término en Vagones de madera. Víctimas de una alienación tan radical como la otra. Más allá de la anécdota -las 'oposiciones' como modo absurdo de acceso a determinados puestos profesionales y como salida única- Rodríguez Méndez ataca y denuncia -como muy bien ha apuntado Monleón- 'la alienación total que determinan, la situación enajenada de los opositores y aun la sospecha de que la oposición genera, en muchos casos, un tipo de desequilibrio difícilmente curable... La oposición se convierte, de hecho, en la base de toda una moral, en la fijación del antagonismo individuo-sociedad y en el establecimiento de una serie de derechos inherentes a la victoria del primero sobre la segunda [...] También a estas nuevas víctimas se les ha robado lo mismo que a los soldados: su destino"


Menos mal que no me he aplicado a fondo por culpa del tarambaneo...

5 comentarios:

  1. Pues sí va a ser que el tarambaneo te va a redimir de semejante tristeza....

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  2. Tarambanea, tarambanea que la oposición es necesaria (a veces) pero es alienante, y tus tarambaneos nos alegran y nos hacen pensar a los demás.

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  3. Gracias a las dos por vuestros comentarios, la verdad es que siento que ni siquiera la oposición logra desapasionarme ni descallejearme ni destambaranearme... Otra cosa será cuando esté delante del tribunal, claro. Pero eso será el 25, mientras tanto...

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  4. Para poder tarambanear sin agobios, lo mejor es pasar de una metafórica vez la oposición. Te lo digo yo, que llevo 32 años mariposeando sin agobios (de ese tipo).
    Suerte el 25, que la sabiduría la pones tú.

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  5. ¡Gracias, jefa! (maestra, aquí). Y es que mola mariposear... ¿Será cosa del 6 de febrero?... Mi duda es cómo les explico yo esto a los y las del tribunal...

    Besos mil. Gracias otra vez.

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