lunes, 25 de enero de 2010

"[...] El amor es una experiencia común a dos personas. Pero el hecho de ser una experiencia común no quiere decir que sea una experiencia similar para las dos partes afectadas. Hay el amante y hay el amado, y cada uno de ellos proviene de regiones distintas. Con mucha frecuencia, el amado no es más que un estímulo para el amor acumulado durante años en el corazón del amante. No hay amante que no se dé cuenta de esto, con mayor o menor claridad; en el fondo, sabe que su amor es un amor solitario. Conoce entonces una soledad nueva y extraña, y este conocimiento le hace sufrir. No le queda más que una salida, alojar su amor en su corazón del mejor modo posible; tiene que crearse un nuevo mundo interior, un mundo intenso, extraño y suficiente. Permítasenos añadir que este amante del que estamos hablando no ha de ser necesariamente un joven que ahorra para un anillo de boda; puede ser un hombre, una mujer, un niño, cualquier criatura humana sobre la tierra.
.....Y el amado puede presentarse bajo cualquier forma. Las personas más inesperadas pueden ser un estímulo para el amor. Se da por ejemplo el caso de un hombre que es ya abuelo que chochea, pero sigue enamorado de una muchacha que vio una tarde en las calles de Cheehaw, hace veinte años. Un predicador puede estar enamorado de una perdida. El amado podrá ser un traidor, un imbécil o un degenerado; y el amante ve sus defectos como todo el mundo, pero su amor no se altera lo más mínimo por eso. La persona más mediocre puede ser objeto de un amor arrebatado, extravagante y bello como los lirios venenosos de las ciénagas. Un hombre bueno puede despertar una pasión violenta y baja, y en algún corazón puede nacer un cariño tierno y sencillo hacia un loco furioso. Es sólo el amante quien determina la valía y la cualidad de todo amor.
.....Por esta razón, la mayoría preferimos amar a ser amados. Casi todas las personas quieren ser amantes. Y la verdad es que, en el fondo, el convertirse en amado resulta algo intolerable para muchos. El amado teme y odia al amante, y con razón: pues el amante está siempre queriendo desnudar a su amado. El amante fuerza la relación con el amado, aunque esta experiencia no le cause más que dolor".
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Carson McCullers, "La balada del café triste", en La balada del café triste, Barcelona, Seix Barral, 2009 (traducción de María Campuzano)

6 comentarios:

  1. Muchas gracias por el fragmento...

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  2. Hola, buenos días.

    Es un fragmento maravilloso. Cuando empecé a leerlo creí que lo habías escrito tú.

    Llego a ti (o a tu página, para ser más concisa) por medio de un enlace que he encontrado en el blog de Rafael Reig.

    Celebro encontrar a personas como tú.

    Precioso fragmento.

    Tengo pendiente escribir algo sobre este tema en cuestión. Cuando lo haga te lo adjuntaré aquí mismo.

    Compartir puntos de vista sobre este tema tan universal es algo, para mí, realmente mágico.

    Un fuerte abrazo,

    yo misma

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  3. Anónimo (I): de nada. Ha sido un placer.

    Anónimo (II): gracias por tus comentarios. Estaré encantada de leer tu texto. Bienvenida.

    Carson McCullers ha sido un verdadero descubrimiento. De esos que plantean interrogantes (¿por qué no la conocía?) de inmediata respuesta: mi amiga F (que para eso es bruja) lo resume estupendamente: "Nada llega la víspera"...

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  4. Hola, Alicia.

    Muchas gracias por hacernos partícipes de estos descubrimientos. El fragmento que propones es, ciertamente, exquisito. Uno de esos bocados que hay que saborear despaciosamente, tratando de captar cada matiz de genialidad. Sin duda, un pequeño tesoro.

    Saludos.

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  5. He llegado no sé cómo a tu blog...
    y me he quedado un ratito.
    Aunque conozco algo la autora, este fragmento es nuevo para mi.
    Precioso, de verdad, gracias por ponerlo.
    Te visitaré más a menudo.

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  6. Anónimo (III): sí, es un tesoro, ciertamente. Y privilegiados los que sean capaces de degustarlo aceptando su amargura...

    Pombolita: será por necesaria casualidad que has llegada hasta aquí. Bienvenida. Estaré encantada de servir de anfitriona cada vez que decidas hacer una visita...

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