«Al fin y al cabo la sociedad es ducha en recordar a sus poetas y valorarlos por la forma que tienen de morir, y aquel que es fusilado cobrará una importancia mucho mayor que el pobre poeta excelente que se muere de un infarto en el cuarto de baño cuando empezaba una jornada más» «En la azotea», Tanta gente sola, Juan Bonilla
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Me he imaginado miles de veces esa muerte. Tenía en sus manos la pipa (uno siempre debe guardarse algo...). A Juan Bonilla le falta decir: en Coyoacán, y en casa ajena... Por si hubiera alguda duda, más arriba reproduce un verso del poeta «pobre y excelente que se muere de un infarto» (¿de qué, si no, hubiera podido morirse?): «estaba cansado de estar cansado». Y como cualquier momento es bueno para recordarle, ahí va, entero, el poema:
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ESTOY CANSADO
ESTAR cansado tiene plumas,
Tiene plumas graciosas como un loro,
Plumas que desde luego nunca vuelan,
Mas balbucean igual que loro.
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Estoy cansado de las casas,
Prontamente en ruinas sin un gesto;
Estoy cansado de las cosas,
Con un latir de seda vueltas luego de espaldas.
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Estoy cansado de estar vivo,
Aunque más cansado sería el estar muerto;
Estoy cansado del estar cansado
Entre plumas ligeras sagazmente,
Plumas del loro aquel tan familiar o triste,
El loro aquel del siempre estar cansado.
ESTAR cansado tiene plumas,
Tiene plumas graciosas como un loro,
Plumas que desde luego nunca vuelan,
Mas balbucean igual que loro.
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Estoy cansado de las casas,
Prontamente en ruinas sin un gesto;
Estoy cansado de las cosas,
Con un latir de seda vueltas luego de espaldas.
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Estoy cansado de estar vivo,
Aunque más cansado sería el estar muerto;
Estoy cansado del estar cansado
Entre plumas ligeras sagazmente,
Plumas del loro aquel tan familiar o triste,
El loro aquel del siempre estar cansado.
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Un río, un amor (1929), Luis Cernuda
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Me pasa una cosa extraña con Cernuda: siempre pienso que es imposible que me guste más, que le admire y le quiera más, y luego leo algo como esta cita y mi amor y mi respeto y mi admiración crecen...
No entiendo bien el texto de Bonilla. ¿Es una crítica o una apología? ¿Es irónico o habla en serio? A mí me parece patético juzgar a los escritores por su forma de morir, por sus tendencias políticas, por su sexualidad, por su género, por su color, por su procedencia social o geográfica, por la marca de ropa que usan, por el equipo de fútbol que siguen. Lo único que cuenta es su poesía. Así que no sé si estoy completamente de acuerdo o en desacuerdo con Bonilla.
ResponderEliminarY yo, me quedo con Cernuda antes que con Lorca.
Ni crítica ni apología: constata una realidad. ¿O no crees que por ese tipo de crítica mortuoria -nunca mejor dicho- es más conocido Lorca que Cernuda? El fragmento está sacado de un relato titulado «En la azotea» (de «Tanta gente sola») que cuenta la historia del suicido de una adolescente (o no, ¡vaya usted a leer!)...
ResponderEliminarRespecto a tu segunda opinión, ¿qué quieres que te diga?... Creo que mi opción es clara ¿no? Porque si es que no, escribo otra entrada y la deja más clara... Pero se me puede venir encima toda la "Fundación"... (ya sé que no se tomarían la molestia, ya sé...)