Lo escribí ayer, lo publico hoy.

 

Este comentario, aunque cierto en tiempo y forma, no es ingenuo ni gratuito: vivo en Embajadores. En esta zona (Embajadores, Lavapiés...) hay mucha población inmigrante. Vivo en una corrala. Las relaciones en las corralas, históricamente, son peculiares por cercanas para lo bueno y para lo malo. Hace aproximadamente seis meses, llegaron al estudio que está pegado al mío un matrimonio pakistaní con dos niños gemelos, niño y niña, de unos ocho años. Estos niños van al colegio Legado Crespo, donde yo estudié desde Parvulitos hasta octavo. Se quedaron asombrados al ver las estanterías de mi casa (sí, tengo bastantes libros) y yo les he regalado alguno que otro... A la madre le gusta mucho leer, aunque no entiende muy bien el español. Sé que estoy dando saltos, yendo de un lado a otro, pero es que esto era mero preámbulo para contar lo importante: ellos saben que yo soy del Atleti porque me han visto con la camiseta, han visto diferentes camisetas colgadas (ya saben, en las corralas la ropa casi es comunal...) y porque alguna vez lo hemos comentado. Y hace cinco minutos, llaman a la puerta, abro y son ellos que vienen... ¡del Calderón!, de ver al Atleti contra el Guijuelo... Y me han traído un regalo: