lunes, 30 de mayo de 2016

Hay conexiones que se establecen de forma involuntaria. Será el deseo que impulsa o el azar que juega. Corrí los 10 kilómetros de la Carrera por la esclerosis con Abus en el recuerdo (él, que era del Real Madrid) sin entrenar y con nervios.
 

Por la noche, vi el partido de la Champions con señorMolina, Marisa, Tere e Isa. Profunda tristeza que nunca alcanzará el dolor que presiento (se me escapa, no lo alcanzo) en Javier. Y amarlo más en esa manera de lealtad, privilegio de pocos.

¡Aúpa Atleti! (y su afición, que no yo, advenediza: su afición)




 

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