De Proverbios y cantares:
II
Para dialogar,
preguntad, primero;
después... escuchad.
XIV
Nunca traces tu frontera,
ni cuides de tu perfil;
todo eso es cosa de fuera.
XV
Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo,
y suele ser tu contrario.
XVII
En mi soledad
he visto cosas muy claras
que no son verdad.
XXIV
Despacito y buena letra:
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas.
XXIX
Despertad, cantores:
acaben los ecos,
empiecen las voces.
XXXII
Camorrista, boxeador,
zúrratelas con el viento.
XLIV
No desdeñéis la palabra;
el mundo es ruidoso y mudo,
poetas, sólo Dios habla.
LII
Hora de mi corazón:
la hora de una esperanza
y una desesperación.
LV
Ya hubo quien pensó:
cogito ergo non sum.
¡Qué exageración!
LVIII
Creí mi hogar apagado,
y revolví la ceniza...
Me quemé la mano.
LXVI
Poned atención:
un corazón solitario
no es un corazón.
LXVIII
Todo necio
confunde valor y precio.
Y una tradición que me he establecido:
¿Y ha de morir contigo el mundo mago
donde guarda el recuerdo
los hálitos más puros de la vida,
la blanca sombra del amor primero,
donde guarda el recuerdo
los hálitos más puros de la vida,
la blanca sombra del amor primero,
la voz que fue a tu corazón, la mano
que tú querías retener en sueños,
y todos los amores
que llegaron al alma, al hondo cielo?
que tú querías retener en sueños,
y todos los amores
que llegaron al alma, al hondo cielo?
¿Y ha de morir contigo el mundo tuyo,
la vieja vida en orden tuyo y nuevo?
la vieja vida en orden tuyo y nuevo?
¿Los yunques y crisoles de tu alma
trabajan para el polvo y para el viento?
trabajan para el polvo y para el viento?
No hay comentarios:
Publicar un comentario