malicia64
miércoles, 30 de septiembre de 2015
Tardes de agosto
La siesta era de los padres. Nosotros abríamos el monedero, robábamos 50 céntimos y comprábamos pelotas de goma, transparentes, pequeñas, con colores dentro.
El Universo.
A veces, un helado en el kiosco de la Glorieta.
1 comentario:
arponauta
30 de septiembre de 2015, 22:45
esas pelotas preciosas, las había olvidado. cómo botaban...
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esas pelotas preciosas, las había olvidado. cómo botaban...
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