miércoles, 4 de febrero de 2015

¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas,

y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.

Y no estimo hermosura que vencida

es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,

teniendo por mejor en mis verdades

consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana

Y esa rebeldía frente a la abadesa de su convento: Calle, madre, que es tonta...

Soberbia intelectual.

Pues sí.

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