martes, 2 de diciembre de 2014

Misantropía (I) en lo que va de día (y lo que nos queda...)

Me da mucha pena estar tan de acuerdo con este artículo de Víctor Moreno en el que habla de la aceptación del premio Cervantes por Juan Goytisolo...
 
Lo más alucinante de Goytisolo es que él mismo se ha fabricado a lo largo de la vida la pose de “persona íntegra” a carta cabal que se decía antaño. Desde esa posición, se ha pasado media vida predicando al mundo la necesidad de una ética a prueba de cualquier cotufa. Perfectamente, podríamos hablar de Fray Goytisolo.
 
[...]
 
Goytisolo se ha convertido en un mal ejemplo para el profesorado de filosofía que explica a su alumnado en qué consiste la coherencia. Y ya no digamos para la clase política que estará más contenta que unas castañuelas de Níjar. Si un escritor de su talla ética XL es capaz de pasarse por el arco de sus flatulencias la coherencia personal, ¿qué problema habrá para que los políticos, pobres mortales y sin una cultura tan fina como la del escritor, no hagan lo propio?
                                     
Goytisolo, al aceptar este premio, consagra la existencia del cinismo más esplendoroso que consiste en pensar una cosa, decir otra y actuar de un modo contrario.
 

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