martes, 30 de diciembre de 2014

Llega la Navidad y yo recuerdo más que otras veces este poema de Ángel González:

Todos ustedes parecen felices...
 
... y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen, incluso,
palabras
de amor. Pero
se aman
de dos en dos
para
odiar de mil
en mil. Y guardan
toneladas de asco
por cada
milímetro de dicha.
Y parecen -nada
más que parecen- felices,
y hablan
con el fin de ocultar esa amargura
inevitable, y cuántas
veces no lo consiguen, como
no puedo yo ocultarla
por más tiempo: esta
desesperante, estéril, larga,
ciega desolación
que -hacia donde no sé-, lenta, me arrastra.
 
El poema pertenece a su primer libro, Áspero mundo, publicado en 1956.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario