para las
amigas de Baladre,
in memoriam
Günter Anders
No te
asustes, quiérelo todo.
Por que
somos seres sin mundo,
viviendo un
mundo que no es el nuestro,
ni fue hecho
para nosotros.
No te
asustes, quiérelo todo.
Piensa en
ello,
piensa en
este mundo.
No te
asustes,
no te sometas,
ámalo todo
y déjalo ir.
Escucha las
flautas, oh! Danny boy,
escucha las
flautas,
no te
asustes, ámalo todo,
no te
asustes, déjalo ir.
No pienses
con sus términos.
No cargues con
sus cargas.
No sientas
aquello que te han dicho que hay que sentir.
No pienses
aquello que han previsto que pienses.
No te
asustes, ámalo todo.
No dejes que
te impongan,
las cosas
vienen y van sin que puedas retener nada
mientras
permaneces ignorante
sobre lo
realmente importante.
Escucha las
flautas, oh! Danny boy,
escucha las
flautas.
Por que
somos seres sin mundo,
viviendo un
mundo que no es el nuestro,
que no fue
hecho para nosotros.
No te
asustes, quiérelo todo,
no te
asustes, déjalo todo.
Porque basta
con rechazar su modelo,
basta con
quedarse atrás,
basta con no
absorber demasiado rápido,
basta con no
elegir imputación,
basta con
desprenderse,
basta con
elegir fragilidad,
basta con
cultivar austeridad,
basta con
dejarse inundar por lo sencillo,
basta con
parar la mente.
No te
asustes, déjalo todo.
No te
asustes, déjalo todo.
Así, así,
aprende a vomitar el hinchado
que te han
hecho de mundo,
desencadénate
de la cadena
a la que
estás encadenado, porque
más allá
o más acá,
encontrarás
a los seres sin mundo,
dispuestos a
vivir en el mundo,
por el que
trabajamos hoy para nuestro vivir,
para que el
sentido de la vida suceda
aquí, ahora,
ya.
No tengas
miedo, quiérelo todo.
No tengas
miedo, déjalo todo.
Escucha,
escucha las flautas.
Antonio Orihuela, «Todo el mundo es aquí bienvenido», Todo el mundo esta en otro lugar,
Tenerife, Baile del sol, 2011
Valla de Melilla. Fotografía de EFE (la copio de aquí)
No hay comentarios:
Publicar un comentario