SeñorMolina me regala una edición preciosa de Alicia y otra de La caza del snark... (¡gracias!). La colección que empezó siendo anecdótica (surgió a partir de los viajes de LaMoni...) va tomando un hermoso aire. No sé lo que este aire dice, pero me gusta su sonido...
Y ayer, bajando por la calle Embajadores, en esa maravillosa librería especializada en cuentos que se llama (precisamente) Venir a cuento... encontré esto:
Menos mal que existen los libreros, se lo digo...
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