sábado, 12 de abril de 2014

Esta semana, como tantas veces, alguna ¿compañera? en el instituto despreciaba las carreras de letras. Siempre me ha molestado esa idea de la falta no sólo de capacidad sino de rigor en el trabajo de los estudiantes, licenciados, doctores y catedráticos de las carreras de humanidades.
 
Hoy leo esto y pienso, como Guillermo de Baskerville: tengo razón. Hay muchas maneras de ser riguroso, diversas formas de seriedad en el trabajo, muy distintas capacidades e inteligencias... Tantas formas de conocer, de estudiar, de crecer...

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