Cuando vivíamos en la portería y alguien se casaba, mi madre le regalaba un cubo de la basura, un cepillo y un barredor.
A mí me avergonzaba que hiciera esos regalos.
Hace poco, muy poco, poquísimo tiempo, supe cuánta sabiduría simbolizan estos objetos en ese trance.
La genética, que degenera...
¡Viva mi madre!
¡viva tu madre!
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