La cosa ha sido así: llamo a LaMoni y le digo que, hoy, María Callas hubiera cumplido noventa años. LaMoni, que es más sentimental que yo aunque llore menos y sea más rockera, ha dicho algo así como: "bueno, menos mal que se murió a los cincuenta y cuatro y así no tuvo que ser consciente de su decadencia" (repito: algo así, no es exactamente lo que LaMoni ha dicho...). Pero, inmediatamente, las dos hemos pensado lo mismo: las divas son las divas aunque les pongan cien años encima. Y entonces me ha venido a las mientes el precioso artículo que ya he traído en otras ocasiones a este blog y que escribió Diego Galán, director entonces del Festival de San Sebastián, con ocasión de la visita de Bette Davis: Aquella noche en Donosti.

 

¡Cuánto tienen las infantas que aprender de las divas, pero cuánto!... Claro, que a ser señora se aprende de otra forma que con clases de protocolo.

Y digna ya ni te lo cuento.
                     

Y así estamos...