domingo, 3 de noviembre de 2013

Cursilada otoñal

Me gustan los días que amanecen con niebla. Me gusta el otoño, la sensación de humedad, recordar las castañas en los caminos de mi pueblo, las sopas (todas: de estrellitas, de fideos, de ajo, de miso, agriopicante...). Me gusta imaginar (que ya es imaginar...) que, dentro de nada, habrá previsión de nieve... Que tengamos que utilizar palas para liberar la puerta (ya sería difícil que la nieve cubriera los pasillos de la corrala. Difícil y hermoso, como tantas cosas)
 
Me gusta el color plata con que se pinta el aire estos días, la lentitud de la gente (o serán mis ojos los que se transforman...). Me gusta abrir la ventana y respirar el frío, hacer el corralito para mis plantas, tener la esperanza de que llegarán a la primavera. Me gusta correr por el Retiro en otoño, parece un espacio preservado en otro tiempo, una hermosa mentira...
 
Pienso que ser cursi en otoño tiene más entidad que ser cursi en primavera, cuando las flores, los pajaritos y las hormonas adolescentes lo facilitan. Ser cursi en primavera es casi una obligación, pero en otoño ser cursi es más difícil porque todo se tiñe de una melancolía austera, sombría, que clama por el silencio y el recogimiento cartujano. Por eso me gusta ser cursi en otoño. El color del otoño es recio, de frutos más que maduros y olores musgosos, de tiempo que va cubriendo todo: los espacios, los tiempos, la vida...
 
En otoño, te puedes esconder con alguien bajo el edredón. Y eso mola.



Doña María dixit:

cursi (aplicado a personas, a sus actos o dichos, y a cosas). Se dice de lo que, pretendiendo ser elegante, refinado o exquisito, resulta afectado, remilgado o ridículo /// (aplicado a cosas) Relamido. Excesivamente pulido. (V. FINOLIS, pije, SUPERFEROLÍTICO)

1 comentario:

  1. Será "superferolítico" (que por cierto, me ha encantado la palabra), pero y lo bonito que es como lo escribes. En Madrid, cuando yo era pequeña nevaba bastante en invierno. Claro que a pala no llegamos nunca, pero a catiuscas todos los inviernos.
    Y sí, mola....
    Un saludo.

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