domingo, 27 de enero de 2013

Una de las etimologías más hermosas que conozco: compañero. ¡Atención a los comentarios que, en este caso, son imprescindibles!
                                       
«Entonces los dos continuaron lamentándose con frases entrecortadas y acento de desesperación. Esteban relataba sus gestiones inútiles desde hacía una semana: ¿tendrían que morirse de hambre? Pronto los caminos se verían llenos de gente pidiendo limosna.
—Sí —decía el viejo—, y esto acabará mal; porque Dios no tiene el derecho de dejar morir así a sus hijos.
—No todos los días se come carne.
—¡Toma! ¡Si al menos se pudiera comer pan!
—¡Es verdad; si hubiera siempre pan!»
 
Emile Zola, Germinal

2 comentarios:

  1. Es el único libro que he terminado de Zola, y, sé que te vas a sorprender, no he visto la peli. EL anarquista barra nihilista del final, no sé yo. Algo primitivista, ¿no?

    Lo cual no tiene nada que ver con la palabra "compañero", claro.

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