Una de las etimologías más hermosas que conozco: compañero. ¡Atención a los comentarios que, en este caso, son imprescindibles!
«Entonces los dos continuaron
lamentándose con frases entrecortadas y acento de desesperación. Esteban relataba
sus gestiones inútiles desde hacía una semana: ¿tendrían que morirse de hambre?
Pronto los caminos se verían llenos de gente pidiendo limosna.
—Sí —decía el viejo—, y esto
acabará mal; porque Dios no tiene el derecho de dejar morir así a sus hijos.
—No todos los días se come carne.
—¡Toma! ¡Si al menos se pudiera
comer pan!
—¡Es verdad; si hubiera siempre
pan!»
Emile Zola, Germinal
Sí, ¿verdad?
ResponderEliminarEs el único libro que he terminado de Zola, y, sé que te vas a sorprender, no he visto la peli. EL anarquista barra nihilista del final, no sé yo. Algo primitivista, ¿no?
ResponderEliminarLo cual no tiene nada que ver con la palabra "compañero", claro.