jueves, 30 de agosto de 2012

Estefanía fue la primera que la vio:


«Cuando muere un señor de los caballos, se mata también a su caballo para que cabalgue orgulloso hacia las tierras de la noche. Los cadáveres se queman bajo el cielo, y el khal se eleva en su corcel llameante para ocupar su lugar entre las estrellas. Cuanto más haya ardido el hombre en su vida, más brillante será su estrella en la oscuridad»

George R.R. Martin, Juego de tronos. Canción de hielo y fuego/1 (traducción de Cristina Macía), Barcelona, Gigamesh, 2011

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