que la porra con que pega
se la he pagado yo.
La policía de España
debe cuidarnos a todos
pero cuida a los tambienes
y descuida a los tampocos.
Al que notan hombre blanco
lo conservan como al oro
pero piden los papeles
al que notan hombre moro.
Como quiere mi pobreza
que no quiera poderosos
y es usted del empresario
su bastón y su cachorro,
no me pegue tanto, agente,
que la porra con que pega
se la he pagado yo.
Es de ver la diferencia
con los muchos y los pocos:
van de gatos en Serrano
y de tigres con nosotros;
con los Papas mandarinas
mandagolpes con los nonos,
al saciado clorofila
y al hambriento cloroformo.
Como quiere mi decencia
y es mi único tesoro
defender las libertades
contra rancios dinerosos,
no me pegue tanto, agente,
que la porra con que pega
se la he pagado yo.
Que son mandados, insisten,
que cumplen órdenes sólo
y que somos los rebeldes
elementos peligrosos,
pero nunca debe un hombre
con un mirlo de decoro
cumplir ni a medio brazo
mandamientos espantosos.
Como quiere mi cordura
alegría para todos
y que sea la justicia
exigida sin encono,
no me pegue tanto, agente,
que la porra con que pega
se la he pagado yo.
Éste poema y otros en Neorrabioso.
Fotografía: Carlos Rosillo (publicada hoy en El país)
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