viernes, 22 de julio de 2011

Durante toda mi vida he intentado aprender y aprehender el silencio. Porque me desgasté en palabras. Y ahora, justo en el mes de julio de 2011, que tengo muchas ganas de escribir, de escribiros y contaros todo el torbellino que me lleva y la vuelta de la risa a los ojos y de la lucha al puño, de cierto tipo de placer al cuerpo y de la rabia al pensamiento y de todo lo que se deriva de estas cosas, me entra un ataque de silencitis... que espero que se me pase pronto. Y mientras, corro... Así y por esto:
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Viñeta de Linniers (más aquí)

2 comentarios:

  1. Eso es lo que tiene actuar: tienes tanto que hacer que ya no tienes tiempo para hablarlo. No está mal. De hecho, está genial. Besos.

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  2. Habitualmente me suele encantar lo que recoges de lo que han escrito otros, pero siempre me queda la cosa de empaparme de lo que podrías decirnos tú.

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