García Calvo comienza su intervención de los jueves en la asamblea de Sol. Hay habituales de la tertulia del Ateneo, pero lo bueno de la Plaza es, precisamente y como él dijo el primer día, la alegría de lo imprevisto. Al Ateneo va público cautivo... En el sentido de que ya sabemos lo que vamos a escuchar y cómo... Sin embargo, en la Plaza:
Dos chicas:
—Este señor mayor debe de ser de los afectados por los desahucios...
Una señora (dirigiéndose a dos chicos):
—¿Sabéis quién es?... Debe de ser alguien importante, porque lleva mucho tiempo.
Los chicos:
—Ni idea, pero sí, debe de ser alguien, porque lleva casi cuarenta y cinco minutos...
Mientras, algunos asistentes a la asamblea hacen el gesto de «se está enrollando»... Isabel Escudero intenta indicarle que ya, que ya lleva tiempo, pero, claro, ya sabemos cómo es Agustín... Menos mal que, en ese preciso instante, está diciendo algo muy interesante: «Una de las luchas más importantes es la lucha contra uno mismo...»
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