martes, 30 de noviembre de 2010

Hoy, en San Fernando de Henares


Un albañil quería... No le faltaba aliento.
Un albañil quería, piedra tras piedra, muro
tras muro, levantar una imagen al viento
desencadenador en el futuro.

Quería un edificio capaz de lo más leve.
No le faltaba aliento. ¡Cuánto aquel ser quería!
Piedras de plumas, muros de pájaros los mueve
una imaginación al mediodía

Reía. Trabajaba. Cantaba. De sus brazos,
con un poder más alto que el ala de los truenos,
iban brotando muros lo mismo que aletazos.
Pero los aletazos duran menos.

Al fin, era la piedra su agente. Y la montaña
tiene valor de vuelo si es totalmente activa.
Piedra por piedra es peso y hunde cuanto acompaña
aunque esto sea un mundo de ansia viva.

Un albañil quería... Pero la piedra cobra
su torva densidad brutal en un momento.
Aquel hombre labraba su cárcel. Y en su obra
fueron precipitados él y el viento.

«Sepultura de la imaginación» (no incluido en libro)
  
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2 comentarios:

  1. Para los que no tenemos facebook (supongo que no soy la única única en el mundo mundial), no podemos entrar para ver más detalles. Facebook es así (si notas desaprobación en mi tono es porque está allí).

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  2. Lo dijeron los compañeros: "Si no estás en facebook, no existes"... Y mi madre dixit: "¿Y que coño es el peisbu?"...

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