Que son las heridas y el esfuerzo en vano,
Que el enemigo no ceja ni desfallece,
Y que seguirán siendo las cosas como siempre han sido.
Si fue falsa la esperanza, también los temores pueden mentir;
Tal vez tras ese humo lejano, ocultos
Ahora mismo tus camaradas persigan al adversario en retirada
Y, pese a tu escepticismo, resulten ser dueños del campo de batalla.
Pues aunque aquí las olas exhaustas rompan en vano
Sin que parezcan un palmo ganar,
Por allá la marea inunda bahías y ensenadas
y avanza en silencio.
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Este poema de Arthur Clough lo encontré en este artículo (que les recomiendo) de Belén Gopegui en Rebelión. Y hoy lo he recordado. Con él les dejo hasta que vuelva del mar... Buen fin de semana.
NOVIEMBRE y MAR, bonita combinación!
ResponderEliminarque usted lo disfrute, que bien lo merece.
besos
j1