martes, 28 de septiembre de 2010

El roto, hoy, en "El país"

.
Cada día estoy más de acuerdo con esta canción de Luis Eduardo Aute:
.

.
Pero si al final decido secundar la huelga (sí todavía lo dudo. Que hay motivos, los hay, de sobra, pero ¿postergarla hasta "después de las vacaciones"...? ¡Venga, hombre! ¿Esperar a que ya estuviera aprobada la Ley?... Además, no es una huelga, es un día de paro...) será por una cuestión que me preocupa. Mucho. Que, después de esta "reforma" (porque, como dice, Ch., no es una "reforma" puesto que no mejora nada, antes al contrario) viene otra: la LEY PARA LA REFORMA DE LAS PENSIONES. Y aquí sí que  llega el momento en el que a mí "se me va la pinza". Todos (entiendo que quien llega a este cuadernín de la aristocracia no es) nuestros padres (abuelos, en el caso de algunos), todas esas personas que han vivido una España donde a todos "nos olían los calcetines" (es la mejor definición que he oído nunca de la dictadura y es de Manuel Vázquez Montalbán), esas personas de carne y mierda que se tragaron todo el trabajo y humillaciones que les quisieron imponer (algunos ya saben que no tengo tele, pero me llegan ecos de esa seria titulada Cuéntame. Ecos lejanos de una realidad...). Esa gente que estiró los billetes verdes donde había un papa cuyo nombre ya no recuerdo ni me intersa hasta límites insospechados (padres y, sobre todo, madres-magas), que los iba juntando en montones y los sujetaba con una goma que sujetaba también sus sueños. Esas pesonas, digo, han pagado más que de sobra la pensión que ahora reciben. Más, mucho más que de sobra. Así que si el gobierno ahora necesita apoyar a esos bancos que los ahogaron que tire de otro lado (se me ocurren muchos: obras innecesarias, casa real, dietas de diputados y concejales, luces de Navidad, regalos diplomáticos...). ¿No estamos en crisis? Pues eso se debe notar en todo ¿no? Pero que las pensiones no las toquen. Por pura dignidad, vamos. 
.
Así que, si al final decido secundar la huelga, ese oscuro futuro será mi verdadero motivo. Aunque para ésta también nos sobren los motivos... ¡Viva la lucha de la clase obrera!

No hay comentarios:

Publicar un comentario