lunes, 31 de mayo de 2010

Martín López-Vega escribe este artículo sobre Miguel Hernández con el que estoy de acuerdo casi al 100% (no veo la maldad en que Dámaso Alonso lo llamara "genial epígono" de la G27, por ejemplo). 
.....Mientras leía el libro de Eutimio Martín -yo-, pensaba en la facilidad que tenemos los seres humanos para identificar motivaciones en los actos de los demás. Y, desde luego, ese retorcimiento en las intenciones de Miguel me parece cuando menos una visión sucia que no cuadra con sus comportamientos respecto a los demás ni a sí mismo. Que quería ser conocido y publicar y que para ello utilizó su imagen de poeta-pastor (así firma muchas cartas), junto con  peticiones de ayuda encabezados por tratamientos que a mí, desde la sociedad del bienestar que nos caracteriza[ba], me ponen lo pelos de punta (a Juan Ramón lo llama "venerado poeta", por ejemplo) me parecen humillantes, está claro, pero creo que ya es hora de valorar su poesía (que no puede, no, ir desvinculada de su vida, es obvio, pero sin imaginar oscuras intenciones: ni caminos retorcidos hay datos objetivos que sostienen su palabra y nos sirven para valorarla).
.....Por cierto, Miguel apenas escribió en la cárcel. Los manuscritos del Cancionero y romancero de ausencias se lo entregó a Cossío (para que éste lo hiciera llegar a su familia) en agosto de 1939. Así escribe a Josefina el día 3: "Dime si Elvira [la hermana de Miguel] recogió a Cossío [el editor de la Enciclopedia de los toros , Espasa-Calpe, en la que Miguel trabajó] los originales de trabajos míos que le di aquí  [se refiere a la cárcel de Torrijos]. Me interesa saber si los tenéis ahí o si siguen en Madrid. No quiero perderlos porque son el trabajo de casi dos años y el pan de mañana vuestro, además del mejor recuerdo de nuestro hijo primero, ya que la mayor parte de cosas tienen a él como motivo". 
.....Es decir, desde agosto de 1939 hasta su muerte el 28 de marzo de 1942, Miguel se dedicó a intentar sobrevivir y curarse su tuberculosis de cárcel en cárcel. Y en esas circunstancias es difícil escribir por muy poética que nos resulte ahora la cosa.
.....Aprovechando que estoy con el tema 52 ("Creación del teatro nacional. Lope de Vega"), copio algunos fragmentos que el "Fénix de los ingenios", el "monstruo de la naturaleza" (que lo es, ambas cosas, sin duda) escribe a su mecenas, el duque de Sessa:

"¿Qué se me da a mí de mi cuñado, de mi hijo, de mi mujer ni de mí para con la tierra que Vuestra Excelencia pisa?"

"Le juro como montañés que si mi sangre fuera necesaria a un caballo de V.E. no dudaría en sacármela toda"

"Yo no sé que Vuestra Excelencia me haya buscado porque de rodillas hubiera ido de aquí a su casa"

Tomo estos fragmentos de El mejor alcalde, el rey (edición y estudio de José María Díez Borque), Madrid, Istmo, 1974.

Esta pleitesía no le impidió escribir esto, por ejemplo:

¿Quién es amor? —Infierno de la vida.
¿De quién nace? —Del ciego atrevimiento.
¿De qué vive? —El favor es su alimento.
¿Qué fuerza tiene? —Estar al alma asida.
¿Da muerte amor? —Amor es homicida.
¿Da vida amor? —Mezclada con tormento.
¿Dónde asiste? —En el ciego entendimiento.
Pues ¿algo tiene amor? —Gloria fingida.
¿Qué tiene bueno amor? —Algún secreto.
Todo lo vence, amor, griegos y godos.
Nadie se escapa, el mundo está sujeto.
¿Con qué engaña el amor? —De varios modos.
¡Oh amor, vuelve por ti! Dime, ¿ a qué efeto
todos te infaman y te buscan todos?


Conclusión: "Escribir en España no es llorar, es morir" (aquí hay dos referencias... Buenos días a todos)

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