... Por otra parte, con este agradable cansancio en el cuerpo, y como dice La Puchus: Alea iacta est... Opos convocadas (aquí)
Esto exige un poema, ¿verdad?
Vivo en un mundo de gente encorvada,
pero nadie lo nota
porque todos viven de erguirse sobre alguien.
Vivo con gente que apaga la luz a las doce
y se marchita arrancando hojas al calendario,
pero se consuelan con otros
que ni siquiera saben
si estarán vivos al día siguiente.
Vivo rodeado de gente con sed,
mordiéndose constantemente los labios,
pero sólo cuando ya han comido.
Vivo subido a las palabras,
porque en ningún otro sitio
he encontrado casa.
Antonio Orihuela, Piedra, corazón del mundo (Antología personal 1995-2000), Valencia, Germanía, 2001
Querida mía, gracias por mentarme (que bonito verbo, mentar) y aunque no te siga mucho estos meses promete entregarme por completo en cuanto salga de mi descenso al centro de la letra. Aunque acabe ciega, yo te leeré!!!
ResponderEliminar