Estreno el dedal. Mi casa: blanca como una paloma como quería José Arcadio.
Estanterías. Libros. Maletero. Libros. Baldas. Libros...
Erre que erre con las categorías gramaticales. Me acuerdo de Nicanor Parra:
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En la realidad no hay adjetivos
ni conjunciones, ni preposiciones
¿quién ha visto jamás una Y
fuera de la Gramática de Bello?
En la realidad hay sólo acciones y cosas
un hombre bailando con una mujer
una mujer amamantando a su nene
un funeral -un árbol- una vaca
la interjección la pone el sujeto
el adverbio lo pone el profesor
y el verbo ser es una alucinación del filósofo.
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De Sermones y prédicas del Cristo de Elqui (publicado en 1977)
"Los libros son como un hogar... En los libros podemos refugiar nuestros sueños para que no se mueran de frío." Se me quedo esta frase de la película La lengua de las mariposas. Felicidades estrenando libro, dedal, hogar o todo a la vez!
ResponderEliminar¡Ornitorrinco! El valor de una palabra, todo aquello con lo que la cargamos... Lo que transmitimos... Eso es un maestro. Por lo demás, gracias, Anónimo.
ResponderEliminar¡la he visto yo! ¡dejo constancia de su lindeza! ¡quiero fabada de inauguración!
ResponderEliminar¡bienvenida a tu casa! "dedal" peterpaniano ;-)
ResponderEliminarElli: la fabada está en marcha, que pedí a la tierrina los ingredientes. Así estrenamos la vajilla también...
ResponderEliminarArpo: bienhalladas en cuanto llegue el compango y eso...