martes, 25 de agosto de 2009

Sueño cumplido: viajar en la red de ferrocarriles de vía estrecha. Creo que ya se ha convertido en obsesión. El de la taquilla me pregunta: «¿Qué, pa ónde güei?»
.....Uviéu tá perguapa. El Templo de San Juan el Real es una de las iglesias más hermosas que haya visto (y he visto unas cuantas) y, sin embargo, tampoco está libre de aberrraciones arquitectónicas: un estanco y una inmobiliaria encajados en uno de sus laterales rompen la mágica suspensión... Me vienen unas palabras de Cristo (que, no en vano una estudió en un cole de monjas: «Habéis convertido el templo de mi Padre en una cueva de ladrones»)

.....La Cámara que, según la tradición, conserva el lienzo que cubrió la cara de Cristo huele a sangre. Lo juro. La foto de la torre la hice pensando en el hombrín que fae un corte de mangas a Vetusta... Esta historia la podéis encontrar en Para parar las aguas del olvido, de Paco Ignacio Taibo I.

.....Sally habló con Ana Ozores de sus respectivas experiencias con sapos...: «Llegó a la capilla del Magistral y cerró con estrépito.
.....Después de cerrar tuvo aprensión de haber oído algo allí dentro; pegó el rostro a la verja y miró hacia el fondo de la capilla, escudriñando en la obscuridad. Debajo de la lámpara se le figuró ver una sombra mayor que otras veces...
.....Y entonces redobló la atención y oyó un rumor como un quejido débil, como un suspiro.
.....Abrió, entró y reconoció a la Regenta desmayada.
.....Celedonio sintió un deseo miserable, una perversión de la perversión de su lascivia: y por gozar un placer extraño, o por probar si lo gozaba, inclinó el rostro asqueroso sobre el de la Regenta y le besó los labios.
.....Ana volvió a la vida rasgando las nieblas de un delirio que le causaba náuseas.
.....Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo.» (Leopoldo Alas, «Clarín». Éste es el final de su novela más conocida, La Regenta). Como no suelo viajar con los dos volúmenes, he cogido el fragmento de Cervantes virtual.

.....Visita obligada y placentera a librerías: en la Cervantes trabajaron Manuel Lombardero y Paco Ignacio Taibo I, después Ojanguren y Trabe, donde compro El demonio te coma las orejas de David González y Viaxe de tíu Pacho el sordu a Uviedo, de Enriqueta González Rubín, la primera novela escrita en asturiano (1875).

.....Ya por la noche Tuenda en El Carbayedo (Avilés). Ambás cantó y nosotros escuchamos bajo una lluvia que pasaba de orbayu en varios metros cúbicos...

2 comentarios:

  1. Otro intento..que a veces este bicho no me acepta los comentarios.
    Que digo que qué belleza la de San Juan, que no se deja avasallar por la "modernidad", a pesar de todo...al menos a mí me lo parece.
    Y que no sabía que te habías llevado a Sally. Seguro que le encanta la tierrina!!

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