sábado, 22 de agosto de 2009

Creo que D.H. Lawrence es uno de los escritores (e incluyo a las escritoras) que mejor expresa el deseo de las mujeres. Huye de lo obvio, de lo zafio y facilón. Es una imagen simple, pero utiliza las palabras como los mineros los barrenos: dinamita la superficie para rozar el centro. Escribe de forma elegante y eficaz, con historias donde los vericuetos sentimentales y mentales se entrelazan, se buscan y se complican, nos guía por nuestra propia verdad (o negación de verdad o búsqueda de...). Expresa también, de forma magnífica a mi entender, la filtración de la clase obrera en la burguesía y la reacción de los burgueses... Hace muchos años que leí El amante de Lady Chaterley, y ahora disfruto de Mujeres enamoradas... O sea, mar, literatura, casadielles y sidra...
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«Y sin embargo, su alma era torturada e indefensa. Incluso mientras avanzaba hacia la iglesia, segura de que, en todos los aspectos, se encontraba fuera del alcance de los juicios vulgares, perfectamente sabedora de que su apariencia era perfecta y en todo acabada, de acuerdo con los más elevados criterios, sufría, bajo su confianza y su orgullo, la tortura de sentirse a merced de hirientes ataques, de la burla y el desprecio. Siempre se sentía vulnerable; siempre hubo una secreta grieta en su armadura. Aunque ni siquiera ella sabía en qué consistía esa grieta. Faltaba vigor a su personalidad, carecía de natural suficiencia; había, en su interior, un terrible vacío, una laguna, una deficiencia de su ser.»
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«Birkin no creía en la existencia del accidente. Todo estaba unido, en el más profundo sentido.»
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«—¿No crees en la necesidad de tener ciertas normas de comportamiento?
—Normas no. Odio las normas. Sin embargo, reconozco su necesidad para quienes no son nadie. Todo aquel que sea algo puede ser él mismo y actuar como le plazca.»
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«[...] Pero debes tener en cuenta que, en la actualidad, lo verdaderamente elegante es ser total y absolutamente ordinario, perfectamente corriente, igual que la gente de la calle, de tal manera que se pueda considerar una obra maestra de humanidad, sin ser, realmente, como la gente de la calle, sino una creación artística...»
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«Pasaban entre bloques de viviendas de mineros. En el patio trasero de algunas viviendas se veía a algún que otro minero, lavándose al aire libre, en la tarde calurosa, con el torso desnudo, con los anchos pantalones de burda tela caídos por debajo de las caderas. Mineros ya limpios, sentados en cuclillas, con la espalda en la pared de la casa, hablaban o guardaban silencio, gozando de puro bienestar físico, cansados, en físico descanso. Hablaban con fuerte entonación, y el acento abierto del habla dialectal acariciaba curiosamente la sangre. A Gudrun le parecía que aquel sonido la envolvía en caricias de obrero; en el ambiente había el eco de hombres físicos, una atractiva densidad de trabajo y virilidad impregnaba el aire. Pero eso se encontraba en todo el distrito minero, por lo que sus habitantes no se daban cuenta.
.....Sin embargo, para Gudrun constituía una realidad fuerte y, en parte, repulsiva. Jamás había sabido por qué Beldover era tan profundamente diferente de Londres y del sur, por qué se tenía la impresión de vivir en otro planeta. Gudrun se dio cuenta de que aquél era el mundo de los recios hombres de las entrañas de la tierra, que pasaban la mayor parte de su tiempo en la oscuridad.»
D.H. Lawrence, Mujeres enamoradas, Barcelona, Debolsillo, 2006 (traducción de Andrés Bosch y prólogo de Belén Gopegui)
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Y más cosas: ayer Felpeyu y mañana Dixebra en la playa de Poniente (22:30)... Y El Pola a las 19:30 horas en la plaza de la Corrada...

2 comentarios:

  1. me encantaba Lawrence en mi adolescencia y especialmente 'Women in Love'. ahora no sé si soportaría una relectura.
    disfruta de Asturies, ¿estás bien? no vuelvas a la tórrida estepa hasta que llegue el otoño :-) besines.

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  2. Arpo: creo que sería un ejercicio estupendo que lo leyeras ahora. Seguro que haces una lectura radicalmente diferente a la de tu adolescencia. Me apuesto la lengua, fíjate. Y, de forma egoísta, porque así lo comentamos... Me entusiasman esas tensiones dialécticas (y, sin embargo, silenciosas. Valga la paradoja) en las que se enzarzan Birkin y Úrsula...

    "Había vida y miradas en todas partes"...

    Besos, guapa.

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