«[…] en esta situación revolucionaria en la que nos
encontramos, “nosotros” podemos incluso aprovechar para volvernos muy conservadores. […] Merece la pena
conservar la escuela pública, la sanidad pública, el derecho a una pensión, a
una vivienda, a un trabajo. Podemos, ante todo, insistir en que hay cosas en este mundo muy merecedoras de
ser conservadas. Por ejemplo, hay una cosa que hay que conservar a
cualquier precio, una cosa que es tan importante que vale más que la propia
vida: la dignidad. […] Por encima de la vida, quieren [los hombres —y las mujeres, añado yo, con permiso del
profesor Fernández Liria—] ante todo, conservar aquello que hace a la vida
digna de ser vivida.
Esto nos tiene que hacer recordar que en la izquierda,
seamos comunistas, anarquistas, anarcosindicalistas, trotskistas, maoístas o
del frente judaico de liberación, ante todo siempre hemos sido luchadores por
un orden político de la dignidad […] es decir, ciudadanos independientes
civilmente, que no tengan que pedir permiso a nadie para existir con dignidad.»
Carlos Fernández Liria, En
defensa del populismo, Madrid, Catarata, 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario