martes, 28 de febrero de 2012

       yo lo único que sé
       es que quiero escribir sobre Musa:
       en qué circunstancias la conocí y dónde:

       en el marino's:
       un bar de copas de mi barrio: cimavilla:
       en el que ella tenía su sitio
       del otro lado de la frontera del mostrador:
y     al que entré una noche a primera hora:

       había quedado en verme allí
       con un empedernido coleccionista de tebeos:
       dibujante también en su tiempo libre:
y     que en principio iba a dibujar las viñetas
       de uno de mis primeros relatos:
       la máquina de coser:
       así que estoy hablando del año 97, 98:

       cuando el coleccinista: cuarenta y muchos:
       falleció de cáncer de pulmón:
       ni tan siquiera los familiares más allegados:

y     esto da una idea de su carácter y entereza:

       ni tan siquiera sus familiares más allegados
       tenían conocimiento alguno de su enfermedad:

       solo se lo confió a los héroes de sus tebeos:

       al salir del marino's, dos rondas después:
y     sin pensar ni por lo más remoto
       que aquella sería la última vez que le viese:
       al salir del marino's, ya en la calle:
       mientras me alejaba hacia la plaza del marqués:
       escuché que alguien: por la voz una mujer:
       me llamaba a gritos:
       por mi nombre de pila
y     no poeta, como ya me decía alguna gente:

       ¡david: ¡eh, david!
       ¡espera: ¡esérame un momento: ¡espérame!

       me di la vuelta para ver de quién se trataba:

       de Musa: sí: la del marino's: que me preguntó:

       ¿me dejas que te de un beso:
       ¿me dejas que te lo de: ¿puedo:

       sí, claro, pero antes quiero saber
       cuál es el motivo por el que quieres dármelo:

       por ese poema que has escrito: el del perro

       ¿el mejor amigo:

       ese: ese: sí: ese: se sale: es buenísimo:

       entonces Musa me abrazó y me dio no uno:
       sino dos: dos besos: uno en cada mejilla:

       el otro, dijo, porque eres un poeta de puta madre:

       no cuento esto por vacilar: LO CUENTO
       porque ayer: 11 de marzo de 2010: a la una
       en punto: paco: el del tnt: me dijo:

       ¿te enteraste de lo de Musa:

¿y   de qué tenía que enterarme:

       QUE MURIÓ

       me entraron respigos por todo el cuerpo:
       las lágrimas acudieron en auxilio de mi dolor:

       ¿cómo que murió: ¿pero de qué:

       tumor cerebral:

       yo lo único que sé
       es que Musa solo tenía 42 años:

                 Musa solo tenía 42 años joder:

                                         42:

y     que quería escribir algo sobre ella: solo eso:




canta por mí, que no he sabido nunca más que hablar:
dalida

David González, No hay tiempo para libros (Nadie a salvo) (prólogo de Ainhoa Sáenz de Zaitegui), Origami, 2011

Esta noche he soñado con el Abus y sí, LaMoni, Raco, Mar... Vivo y con camiseta negra...

4 comentarios:

  1. Quizás el Abus y Musa estén charlando sobre sus habilidades detrás de la barra (o sobre la vida, vaya).El Abus aseguraba que podía servir varias copas a una tercera fila....

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  2. ¡Ay, señor, señor! ¿Qué tendrán las gentes "del otro lado de la barra" que tanto nos fascinan? ¿Eh? ¿Eh?

    ¿Eh?...

    No dudo de que el Abus fuera capaz de servir a una tercera fila. Tampoco dudo de que Ricardo sea el mejor jugador de mus del mundo, con diferencia... Esto es así. Y punto.

    ¡Buaaahhhhhhh!...

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  3. Rubiaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!: http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2012/02/las-librer%C3%ADas-m%C3%A1s-bellas-del-mundo.html

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