jueves, 16 de julio de 2015

La semana pasada estuvimos en Asturias, concretamente en mi pueblo, que está en una zona minera: Cangas del Narcea. Un amigo del pueblo, Vicente, nos enseñó la nómina de su hijo, minero: 942 euros.
           
Hay mucha gente que habla de los privilegios de los mineros. A saber: buenos sueldos (antes), jubilación anticipada a los cuarenta o cuarenta y pico. Lo voy a decir bajito, para que se me entienda: si ganaron doscientos, deberían haber ganado ganar cuatrocientos. Si se jubilan a los cuarenta, se deberían jubilar a los treinta. Hay oficios que jamás serán recompensados con dinero: minero, marinero y los que asfaltan las calles en verano con 40 grados.
 
Y ahora voy a hacer un poco de demagogia, sí, que es necesaria y verdad: ¿Cuándo hablamos de los privilegios de los notarios, procuradores y registradores de la propiedad -entre otros-?
 
Roberto Calviño, cuarenta años, Villablino (León). ¿Que la tierra te sea leve? Esta vez, me suena a sarcasmo. Lo diré de otro modo: D.E.P.
 
 
 
 


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