viernes, 23 de enero de 2015

Hay una concepción de la política que considera un uso estratégico de la mentira (en el mejor de los casos, bajo la forma de la “mentira noble” que Platón defendió en la República; pero quizá, con más frecuencia, como maquiavelismo vulgar).[1] Otra idea de la política confía en que “la verdad es revolucionaria” (según enseñaron Lassalle y Gramsci) y trata de avanzar en procesos de ilustración de masas y autoconstrucción democrática.
 
En el blog de Jorge Riechmann (aquí)
 
Y esta tarde, en el barrio:
 
 
Lista con las candidaturas y su campo de acción aquí.

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